Donde siempre quise estar

Donde la corriente de un río componga música con el sonido de las piedras, descansaré mis pies en sus aguas y mi mente echaré a volar

Cerca de su orilla construiré, de troncos mi morada

Un hogar a leños y una silla mecedora para conciliar el sueño

Cuatro ventanas con postigos y en un rincón un caldero sobre el fuego intrigando de sabores

Al centro una mesa rústica y extensa con dos bancos a cada lado y en los extremos esquineros

Un entrepiso dejaré para ubicar mis cosas y tal vez un sillón con alguna cobija por si me vienen visitas

Llenaré mis pulmones con la fresca

Labrarán mis manos la tierra y sus frutos serán mi alimento

Mi catrera ubicaré donde el sol me despierte

De trasnochar entre versos con la luna por las noches estrelladas de par en par dejaré abierta la puerta para escuchar a los grillos cantar

Cuando el rocío se asome bajo la luz del farol buscando compañía sacudiré el polvo del día antes de entrar a la casa

Con una bebida espirituosa, mojaré mis labios antes de acostarme y agradeceré a mi Dios por tanto

En el libro de mi vida, que no termino de escribir porque lo estoy viviendo, dejaré señalada una página donde solo diré “He sido Feliz con lo que tuve” donde siempre quise estar