Ubicadas como en un tablero de ajedrez letras amalgamadas de matices despliegan en prosa armoniosos versos nacidos a la vera de las aguas del dulce río de los sueños
Desde las profundas placas tectónicas de un amor fluye ardiente el magma etéreo del sentir
En su rupestre trazo cubre de calor un corazón petrificado por el tiempo detenido a las tres de un día cualquiera antes que el sueño despertara convertido en mar…
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