Oscar fue siempre así, solía decir su tío Felipe
Era tan meticuloso; tan pulcro en el cuidado de sus cosas que
llamaba la atención de todos. Tenía razón Felipe, era así desde pequeño. Era de
preservar sus cosas
Llamaba la atención entre los chicos del barrio y era el
comentario de los vecinos e inclusive de las maestras de su escuela. No
prestaba sus juguetes, ni compartía la bicicleta, por cuidar en extremo lo suyo.
Si hasta un día tuvo que intervenir el párroco, en medio de una misa, porque
siendo monaguillo, Oscarcito no quería que se comparta la ostia en la comunión.
Es que era de preservar sus cosas.
Si bien algunos lo veían meritorio y lo alentaban a seguir
ese camino, porque lo preparaba para ser un hombre con decisión y capaz de racionalizar
sus bienes sin que le tiemble el pulso, la mayoría consideraba una exageración
que le ocasionaría serios problemas de relación más adelante; y así fue que en
la medida que aquellos chicos fueron creciendo, cada uno acentuaba la impronta
recibida en la raíz de su hogar
Entonces Jorgito, paso a tener un kiosquito, justo en la
parada de colectivo del barrio y en honor todo aquello vivido en su infancia le
puso “La Barra” honrando haber compartido con sus amigos
También el Chicho, instaló una gomería y le puso “La Betty” recordando
a una antigua novia y así todos y cada uno de aquellos chicos
Oscarcito no puso ningún negocio. Bah, en realidad sí, pero
no como los otros chicos y tampoco en el barrio. Se transformó en agente de
bolsa y tenía una financiera. Finalmente, resonaban las palabras de su tío
Felipe: “Oscarcito fue siempre así” Es que era de preservar sus cosas.
De cómo el pequeño que no compartía sus cosas porque era de preservar
lo suyo se diferenció del resto de los chicos, era tema de conversación en la
cola del almacén, en el boliche, en la peluquería, y en cada esquina del
barrio.
Para los chicos de entonces, todo seguía igual. Para ellos,
nada cambia la esencia, cualquiera sea el destino de cada uno.
Por eso, cuando se volvían a juntar en la misma esquina de
siempre, celebraban con algarabía volver a encontrarse y dar a cada uno la
bienvenida como entonces.
Por caso, cuando Oscar llegaba desde la City con un auto lujoso,
conducido por un chofer los chicos decían “Ahí viene el Preservativo de Oscar”
Cuántos Oscarcitos hay...
ResponderBorrarNo están censados pero en cada barrio hay alguno
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