Cuenta la leyenda, que en tiempos donde los caballeros
habitaban las estepas de Isildur, Lord Dunedain reinaba desde donde la luna
salía hasta donde el sol iluminaba las praderas y los mares surcaba con sus
naves conquistando territorios, hubo un hombre que se atrevió a enfrentar su
poderoso ejército: el Príncipe Paralorth ¡!. Hijo del viento y de la lluvia, preferido
de los rayos y poseedor de un ímpetu, que no necesitaba espada. Estoico y
gallardo, bravo caballero, conquisto todo a su paso… dividió las aguas del
reino y desafió al mismo Lord Dunedain… su valor supo cosechar adeptos y enemigos…
tantos que una oscura cofradía convocó a las hechiceros y magos de la época,
para que provoquen la debacle del Príncipe. El conjuro hizo efecto, cuando el joven
menos lo esperaba. El combate decisivo por el trono¡! Aquella mañana gris e
inestable, la lluvia y el viento, parecieron dejarlo de lado y un rayo cayó sobre
su caballo, derrumbando al jinete, quien caído recibió una feroz golpiza por
parte del ejercito enemigo, fue tomado prisionero, llevado ante el Rey
Dunedain, enjuiciado y sometido a latigazos, para ser encerrado en la mazmorra,
hasta que el sol deje de iluminar la tierra. En los días donde solo el
cancerbero podía tener contacto con el prisionero, una mañana al acercarle el
plato de comida, atinó a preguntarle: “Ohh Joven Príncipe, porque ha llegado
hasta aquí ¿? Que extraño hechizo pesa sobre su noble ser ¿?; sin respuesta y
en el más atronador silencio, le dio la espalda. El cancerbero entendió que nada
diría y cerró la puerta con dos trancas y un candado.
Lor Dunedain promulgó un edicto que hizo colocar en todo el
reino, advirtiendo que le pasaría a quien osara confrontar su poder. Desde
entonces, toda vez que alguien presumía de no necesitar nada más que su
prestancia, para la conquista de sus planes, se decía “Te va a ir Paralorth”
Imagen: https://www.alamy.es/imagenes/mazmorra-en-nuremberg.html?sortBy=relevant
Jajajajaja, caí al final, muy woooo!!!😁😁😁👏👏👏
ResponderBorrarGracias Pablo !!! Un abrazo
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