La enseñanza basada en aprender

No soy docente. Lo he reconocido siempre. Lo he dicho siempre

Soy un profesional al que le han permitido ejercer al frente de varias cátedras, siguiendo un programa de estructura académica. Pero sobre todo siguiendo una línea entre lo establecido y lo que yo creía debía ser, exponiendo lo que la experiencia me había sumado al saber, llevando a la práctica la teoría.

No soy un teórico, aunque para llegar a lo práctico fue necesario recorrer el camino analítico, que es lo mismo que pretender que mirando una foto se sienta lo mismo que darse un chapuzón en el mar…

Me esmeré en estudiar, para estar a la altura. En preparar cada clase, con mucha dedicación. Nunca le quité el cuerpo y puse todo lo que tenía y sabia a disposición de la clase

Al inicio de cada ciclo lectivo, antes de presentarme, dejaba claro que no era docente. No quería que nadie sienta que quien tenían enfrente era un farabute

No podía defraudarlos. No podía permitirme defraudar la educación que había recibido. Soy el fruto de la semilla de creer en uno mismo que sembraron en mí.

Me impulsaron a levantarme y seguir a pesar de los tropiezos. Me enseñaron a no rendirme. A que lo que se empieza se termina y que el fuego del esfuerzo abrasa de calor las fibras más sensibles, templando el alma… forjando al ser, para sentir ese orgullo interior por haber logrado superarse

He intentado seguir ese ejemplo

Tuve el honor de haber sembrado esa semilla

Pido perdón si he cometido algunos errores.

No me justifico. Pero de eso se trata aprender enseñando