martes, 4 de abril de 2023

La inocencia perdida


La mesita de luz de roble desteñido. El cajón entreabierto deja ver un espacio repleto de intrigas. Una foto encima de la repisa. Los pisos de madera rechinando pasado y la puerta tallada el ingreso a la habitación de Antonia y David. Un pasillo interminable como la imaginación vinculando los ambientes y un altillo con recuerdos ordenados de sepia. El silencio testimonió en secreto el pasado disperso. Allí regresa cada año el niño, Pedro Javier, despojado de la vida a la edad de seis, a tomar la foto que nunca fue, para mirar su infancia jugar detenida en el tiempo.

 

Imagen: https://elpais.com/elpais/2019/07/18/icon_design/1563439258_510523.html

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