jueves, 7 de abril de 2022

La paradoja del Valor

 

Cambiaría todo lo que tiene precio de estos días por volver a tener aquello de tanto valor de mi niñez

Compartir era el verbo y jugar el modo de conjugarlo

Escondidas por las noches, cambiar remeras y esconderme entre las ramas de un sauce

Sentir caer los cascarudos de la luz de mercurio y poner en un frasquito a los bichitos de luz

Tomar agua de la manguera después de un partido chivo

Dormir tapado hasta la cabeza por miedo a que se aparezca la bichicome

Mirarme al espejo del más grande que contaba como hazaña que sacó a bailar a la más linda en los bailes de la sociedad de fomento

Invocar al Dios de las velitas en cada cumpleaños para pedir tres deseos y embobado quedar por ver pasar frente a mi casa a la chica que me sonreía

Jugar carreras con el agua del cordón con tapas de botellas y resbalar con el verdín jugando a la paleta

Armar un carrito con rulemanes, aportados por Rida Metal y tirarme en la bajadita de San José de Flores

Cambiar dos o tres veces por día, la ropa limpia que lavaba mi vieja, por caer en un zanjón de la calle San Pedro que era de tierra y la cortaba una quinta, con un perro atado que era temible, al que provocaba midiendo, hasta donde le daba la cuerda; la gracia era salir corriendo y hacer enojar al viejo malhumorado que andaba siempre en la huerta, por aquella vez que nos devolvió la pelota con un cuchillo clavado en el cuero; es que a quien se le ocurre sembrar en medio de nuestra cancha…

Sentarnos con los pibes en la esquina a tocar la viola y filosofar a la luz de las estrellas hablando de todo acerca de nada

Comprar galletitas de lata en el almacén de los padres del Chicho y pagar a cuenta con la tarjeta de entonces: una libreta, que daba crédito por ser el hijo de Mario y Malena. La confianza era moneda corriente y la palabra garantía

Sin alarmas ni rejas, las puertas de todas las casas abiertas y flores perfumando los jardines

Escuchar el sonido de los telares en las siestas y ese aroma a tostadas a la merienda

Desde los cuentos soñar y montado en la utópica ilusión llegar muy lejos

Ver el reloj transformar la hora para salir a la calle y que empiece la fiesta una vez más con los chicos de entonces… jugar a las bolitas, remontar barriletes o lo que aparezca hasta que el chiflido de mi viejo me llame a cenar

Trepar a lo más alto del techo y otear el horizonte

Reír porque sí, aunque parezca un tonto y en el refugio de mi alma imaginar como seré cuando sea grande

No me va a gustar cambiar 

No voy a querer

Si para eso debo dejar de ser el chico que fui en aquel entonces, donde nada era todo y todo era simplemente ser feliz con lo que había

Me van a ver siempre igual... Prefiero quedarme en el tiempo en la zona de confort donde me crié… allí supe el valor de cuánto había cuando poco tenía…

10 comentarios:

  1. Tus vivebcias y experienciad de esa tu niñez,ha sido espectacular,como la de muchos pibes de barrio del pueblo.RECUERDOS GENIALES AMIGO!emocionan.
    Naci y crecí acá en la costa...modestamente, pero muy rico en vivencias,río,playa,isla,canoas de pescadores...zonas de quintas para sustraer fruta hasta que nos corrían y bajando a la costa para comerlas...
    ¡Hemos sido los felices chicos del barrio, tu allá y nosotros acá! Y hoy nuestro niño interior nos lo recuerda!
    ¡Saludos Patricio!

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    1. Feliz de seguir siendo el niño aquel. Un Abrazo Graciela. Paz y Bien

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  2. Que lindos recuerdos Pato! La "siesta" era sagrada en aquel entonces... y escaparse para hacer travesuras era el desafío... el cuento del "pombero" para nosotros era el que hacía pensar si valía correr el riesgo. Entre la curiosidad y la valentía, se hacía el intento... abrazo grande

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    1. Hermosos recuerdos e inolvidables vivencias. Un Fuerte abrazo querido Sebastian. Paz y Bien

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  3. Aquellos recuerdos de la niñez..con poco se tenía mucho... todavía en la simpleza se encuentra paz y es gratis...lo que pasa es que vivimos en esta sociedad moderna que aunque ha traído progreso también a muchos nos ha distraído. Hace poco hice un papagayo (barrilete), lo disfruté tanto a mis hijas...Sabes que me llamaban los amigos en Venezuela? R: Tierrita.. l. Era experto en bañarme en tierra jugando picha (metras, bolitas), trompo, etc.

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    1. Gracias Miguel por tu simpleza. Un abrazo. Paz y Bien

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  4. Que lindo es viajar en el tiempo con tus palabras Maestro!! Gran Abrazo y muchas gracias por compartirnos!

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    1. Gracias querido Pablo !! Un placer compartir este viaje juntos. Un Abrazo. Paz y Bien

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  5. Recuerdos maravillosos de una infancia feliz que podes plasmar en este texto tan claro, tan bello!!! Un abrazo de Petu

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  6. Muchas Gracias Petu !!! Un muy fuerte abrazo

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