No va maaassss cantó el crupier y echó a rodar la ruleta
El mágico sonido de la bola blanca, caprichosa saltando entre los números, acerca y aleja los pálpitos de los apostadores que distribuyeron sus fichas en el pergamino
COLORADO EL VEINTITREEESSSS¡!
Albricias¡! 5 apostadores
acertaron el pleno, otros tantos el color y algunos le pegaron al impar, línea
y docena
La mesa se destacaba por dar
premios todas las noches; a diferencia del resto de las que componían la casa
de juegos
Le habían cambiado el
tablero, modificado el sentido de orientación, nivelado las patas y hasta habían
contratado hace meses, un crupier extranjero; pero sin resultado satisfactorio.
Mientras que las otras mesas generaban caja, esta repartía todo lo generado,
compensando al público presente, que cada día más se agolpaba en las puertas
del casino
La recaudación había caído
notoriamente y empezaron a sospechar que había tongo; el caso llegó hasta las
altas esferas
El Intendente y el presidente
de la Agencia de juegos se hicieron presentes en el lugar para fiscalizar esa
mesa
Ofició de Crupier, el dueño
de la institución. Se cerraron todas las apuestas para chequear como venía la
secuencia numérica; se controlaron las estadísticas de la mesa para evitar
martingalas
Se tomaron además otros recaudos.
Cámaras apuntando a la rula; agentes del servicio secreto alrededor; francotiradores
ubicados estratégicamente. Todo bajo control
Rueda que rueda y en sentido
contrario al sentido de circulación largan la bola, que de entrada se clava en
el “cero”
Gestos irónicos. Señas
cómplices. Sonrisas de satisfacción; ahora sí, parecían decirse entre los
devenidos fiscalizadores
En medio de ese festival de
cinismo se escucha decir tembloroso al improvisado Crupier… NEGRO EL OONCEEEE¡!
De fondo se escuchó la
recarga de un fusil y un laser apuntando a la cabeza del dueño del casino
TERMINEMOS CON ESTA FARSA¡! Bramó
el Intendente. Dónde esta la trampa ¿? Apuntó directamente al presidente de la
Agencia de Juegos en un intento de timeo infructuoso
No lo sé Señor Intendente¡!
Le aseguro que no sé qué ocurre
Se generó un desorden que
pasó de un intercambio protocolar a un disturbio de gran magnitud
Mientras que la discusión iba
in crescendo, los mismos 5 apostadores de todas las noches que acertaron el
pleno se encontraban cobrando en ventanilla y se retiraron rápidamente. Era sábado
a la tardecita y debían retornar a sus casas, antes de la hora 22:00
Esa era la condición que les
impuso el Juez, cuando les otorgó la libertad condicional por buena conducta,
mientras purgaban condena, por haber sido encontrado culpables por
defraudaciones y estafas, como partícipes necesarios, dentro de una célula dedicada
a alterar resultados en juegos de azar
Aunque nunca pudieron dar con
el jefe de la banda, se cree que cambió de identidad y marcho a otro País
La suerte loca!!!!!
ResponderBorrarAl que le toca le toca...
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