De estrellas su manto
Nocturno cielo cubre
De sueños sus sueños
Arropa de calidez su luz
El descanso de tu paz
Brillando en tu piel
Como luciérnagas en el campo
El color de sus caricias
Porta tu cuerpo…
De repente un violento e
insistente TOC… TOC… TOC… golpea a la puerta, cortando la inspiración
OIIIIGAAAAAAAA, HACE UNA HORA
QUE ESTA ENCERRADO AHÍ
Cuestiones de baños públicos
y las urgencias ajenas, que insensibles al arte, interrumpen la creativa prosa
Encima de males sin papel… lo
cual complicaba la escritura que a la fuerza gestaba
“Ya casi termino” atinó a decir en voz bajita
Con la cabeza gacha, abrió la
puerta y sin lavarse las manos, enfiló para la escalera que lo depositaba en el
Hall central de la estación
Desde el Altoparlante, se
anuncia el embarque, con destino a la Ciudad de Santa Fe, por el Anden 2, en 15
minutos
No se tenía que despedir de
nadie. Llevaba un bolsito flaquito de peso y desteñido de color
Carita de bueno. Respetuoso se
formó en la hilera de gente con su pasaje en mano.
Quien hubiera imaginado, que
ese muchacho esmirriado, tenía una pasión que había conservado toda su vida, con
el más absoluto celo: La escritura
Los golpes en la puerta de
aquel baño lo privaron de concluir sus versos.
Bendecido con ese don, un
talento singular ejercía al escribir. Lo hacía donde sea. En los árboles. En
las paredes. En los caminos de tierra
Claro… al no firmar, ni siquiera
con pseudónimo, nadie sabía quién era el autor de tales maravillas poéticas
Como todos los últimos viernes
de cada mes, regresaba a su provincia y de allí se tomaba, una combi hasta
Sastre; su pueblo; para pasar unos días con sus amigos
Vivía solo, en una casita muy
humilde. No tenía familia; nadie lo frecuentaba; no recibía cartas.
No tenía teléfono de línea ni celular
Pocas palabras. Cuando se
reía se sonrojaba. Mate amargo por las mañanas y cerveza a cualquier hora del
día
Ya casi pocos lo tenían
presente. Desde que pegó ese trabajo en Buenos Aires, venía muy poco para sus pagos
Un día se enfermó y nadie se
enteró; así que el pobre ni siquiera pudo avisar a su trabajo y estuvo más de
una semana sin poder volver
Para fin de mes, cuando al
fin pudo sobreponerse, caminó hasta la ruta, se subió a la combi que lo dejaba
en Santa Fe; sacó un pasaje y llegó a la noche del jueves a la Capital
Se presentó al otro día en su
trabajo. Lo enviaron directamente a Personal; El Gerente del sector, no lo
quiso atender. Despectivamente, le ordenó a su secretaria, que le comunicara
que estaba despedido; que le diera el cheque con la liquidación final y que se vaya¡!!
Que no lo querían ver nunca más por ahí.
Todavía conmovido, caminó
hasta la peatonal, donde estaba el banco y cambió el cheque. Se quedó un rato largo en la plaza mirando pasar los autos; abatido, decepcionado y sin ánimo ya no queria estar más en esta ciudad. No estaba dispuesto a buscar otro trabajo y hacer un sacrificio lejos de su tierra; enseguida pensó en volver a radicarse nuevamente en su pueblo y ahí mismo decidió pegar la vuelta
Le había picado el bichito,
de conocer a alguna gurisa y formar de una vez por todas su familia
Ya en la estación, desde el
Altoparlante, se anuncia el embarque, con destino a la Ciudad de Santa Fe, por
el Anden 2, en 15 minutos
Al tranquito, enfiló para el “caballeros”;
cerró la puerta y se sentó a reflexionar; encima de males sin papel… lo cual complicaba
la escritura que a la fuerza gestaba
Como todos los últimos viernes
de cada mes, regresaba a su provincia; esta vez, definitivamente para siempre
En el interior de aquel
sanitario, sobre la puerta, inmortalizó su obra maestra
Las autoridades de la
estación le pusieron una faja de clausura al baño, impidiendo el ingreso del
público
Según se cuenta, dedicado al Gerente
de Personal, escribió en trazo grueso y amarronado:
“Estimado señor Otero
Sepa usted de mi parte
Que rencor no le guardo
Sin embargo, le prometo
Intentaré olvidar su cara
De esfínter con hemorroides
Como recuerdo le dejo
El fruto de mi esfuerzo
Pegado sobre esta puerta
Para que nunca se olvide
Como era usted cuando nació
Estimado señor Otero”
Muy bueno!!!!
ResponderBorrarGracias Hugo !!!!
BorrarCuantos Oteros hay dando vueltas. Muy bueno
ResponderBorrarMuchísmmos !!! Gracias Flaco
BorrarEmocionante relato. Buenas tardes, Patricio.
ResponderBorrarMuchas Gracias Elsa !!!
Borrar2 en 1... poeta y cuentista... mis aplausos para el autor!! Abrazo
ResponderBorrarSebastian querido, muchas gracias !!! Un abrazo
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