NO¡! Dijo en tono seco y tajante; se fue y jamás regresó
Había terminado su faena, y
siempre se quedaba a tomar unos mates. Tenía un carácter muy familiar y nadie
supo el porque de su viraje tan violento
Había aprendido el oficio de
su padre, y siguió adelante con el negocio. Era pocero; y también hacía la
instalación completa, para que las casas tengan agua
No había razón para ese
desplante
Quedaron todos desorientados
y algunos se llegaron a ofender
Tampoco fue que dijo algo
fuera de lugar
Pero le habían ofrecido quedarse
para acordar algo y este les cortó el rostro
Que le habrá pasado balbuceó
por lo bajo el diariero. Quien sabe, respondió al aire el recolector de
residuos
Es que causó sorpresa su
reacción; inesperada al menos.
Un desaire de esos que dan por
la quinta felpa, que además dejo caliente a más de uno
Vaya uno a saber, dijo Benito, el hijo del pocero,
al llegar a su casa, cansado luego de un día pesado de trabajo, con su pala
Ofendido por la irrespetuosidad
a su persona, cuando le pidieron que se quedara; pero respondió que no, porque
le pareció sospechoso cuando le propusieron “hay que repartir el pozo”
MIRA SI VAN A REPARTIR UN POZO
¿? TODOS LOS DIAS HAGO POZOS; SE PIENSAN QUE SOY BOLUDO YO ¿?. UN POZO ES UN POZO,
COMO SE VA A REPARTIR; y no hubo forma de hacerlo entrar en razón y jamás pasó
a cobrar su parte, de la boleta ganadora del Quini
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