Mañana de miércoles
Día
de rutinas acostumbradas y de rutinas que se presentan como un vendedor de
sábanas un domingo a la mañana que se suman a las de siempre
“Hay
que bancarla Pato” me dije
Así
que acomodé el ánimo frente a la pantalla de esta nueva normalidad y como quien
pretende cortar el mambo de una, encaré el día con la mejor de mis sonrisas
Además,
tenía motivos.
Raro
en mí que jamás realizo compras on line, que atravesé ese portal al mundo nuevo
y me hice de un parlantito muy elegante, con la excusa (como si la necesitara)
que me servía para dar clases… Estaba tan Feliz con la adquisición, que no me
importó el costo, que tuve que abonar, por el servicio de entrega a domicilio.
Lo traduzco. Me salió una Pizza completa de jamón y morrones
En
fin. Ni yo mismo me conformo con esta pelotudez
Tuve
que aprender, como era eso, de “TU PAQUETE ESTA EN VIAJE” (de que carajos
hablan ¿? Viene solo el paquete ¿? Sabe viajar en colectivo ¿?)
Otro
mensaje me alertaba; “TU PAQUETE ESTA LLEGANDO EL VIERNES”
Se
nota que el servicio al cliente funciona de maravillas, porque para mi
sorpresa, un timbrazo sacudió mis tímpanos, cerca de las 2PM y como todavía no
se la diferencia de sonidos, entre el portero eléctrico y el timbre de la
puerta, hasta que atendí, tardé unos segundos.
Era
el vigilador de la tarde, desde planta baja. Tienen un intercomunicador, igual
al portero que da a la calle
Nunca
había hablado con él, más allá del saludo que en rigor del respeto formalizo,
cuando ingreso o salgo del edificio. Jamás crucé palabras con su persona.
Me
sorprendió el sonido gutural, que transmitía su voz. Por lo que pude descifrar,
me decía, que le dejaron una caja para el Señor (PAUSA)… que interpreté como
“Ahora habla vos”
Mientras
le respondía “Ahhh que bueno, Muchas Gracias, ahora bajo” (pensaba para mis
adentros: a este le enseñó a hablar Tarzán)
Mal
pensado de mí, porque enseguida el muchacho, ofreció servicial y amablemente,
“Te lo hago llegar por el ascensor” dijo, para evitarme bajar a buscar mi
parlantito
Acepté,
agradeciendo tal mi costumbre, con reiteradas reverencias
Eso
habrá sido, tipo 2:02 PM
Ya
para cuando eran 2:25 PM comencé a inquietarme
Más
por la ansiedad de por fin hacerme del parlante y probarlo con mí música
selecta que por la demora en sí, de este muchacho, que (razonaba) debió haber
tenido que resolver un tema de esos que aparecen en los Hall de los edificios…
Aguanté
unos minutos. Me calcé el barbijo de ocasión (tengo varios) y toque ambos
ascensores, porque como estaba laburando, tenía cierto apuro en bajar y volver
a subir rápido. 5 pisos separaban calma de ansiedad
El
ascensor de la izquierda es el que va a las cocheras y tiene más uso; además
cada dos por tres se descompone. Así que llegó el de la derecha, y no le dejé
no hacer “Clack” (sonido que escucho cuando llega al piso) qué para mi
sorpresa, “El paquete” estaba prolijamente ubicado al centro del piso del
ascensor…
Lo
recogí con sorpresa porque creo que ni a FEDEX se le ocurrió esa forma de
entregar sus encomiendas y me fui mascullando barbijo para adentro “Pero que
pedazo de &#%#$E&E%##”; evidentemente, este buen muchacho, no solo
había recibido clases de gramática castellana con Tarzán, sino que también
sospecho que tuvo que andar muy cerca de ser el eslabón perdido tantas veces
mencionado por Darwin
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