Sin más que agregar, saluda a Ud. Atte.
Cerró su escrito y seguidamente
estampó su ilegible firma
Sin sello que aclare cargos y
titulaciones
No lo necesitaba
Todos sabían quién y cómo era
Eulogio Habana no solo le
habían hecho fama; así era
Hosco. Duro para razonar. Se
había aprendido dos o tres frases como para adornar sus discursos y siempre se
rodeaba de 4 o 5 matones
Temido más que respetado.
Inauguraba plazas “pa’los pibes” como decía ante las cámaras de TV, con dinero de
dudosa procedencia
"El Eulogio" tal como lo llamaban, tenía serias aspiraciones de
hacerse del máximo cargo de la organización: presidente del Partido
Sus acérrimos opositores, citaban:
“Llegó a donde llegó sin tener que llegar”, como sólido argumento que cimentaba
su accionar
Los defensores más enfervorizados
y extremistas, esgrimían a cambio de aquel descrédito, avales que expresaban a viva voz: “Se quemó
las pestañas”
Lo cual era cierto; aunque
escarbando un poco la historia, en realidad había tenido un episodio cuando joven;
intentando prender un faso, con el fuego de una hornalla y las llamas alcanzaron su rostro, quemando sus pestañas; desde luego era un detalle, que no era
necesario andar aclarando
Producto genuino, de un
descuido casual del destino, nadie podía comprender, menos explicar cómo hacía
para sostenerse en tal alto rango, con influencia y poder
Entregó aquella misiva, a su
cadete, con claras instrucciones de sellar el sobre que contenía la carta y
llevarla hasta la oficina de correo, para ser remitida al presidente del
Partido, el Dr. Arturo Condarco Terrada
El pibe, de camino a completar
su labor paró un rato de tres horas, sentado en el banco de la plaza. Faltaba
mucho para el cierre del correo
Atrapado por la curiosidad
del sobre abierto se entrega como fiel a la ostia, a leer atentamente el contenido
de aquella esquela…
Sin poder creer lo que sus
ojos recogían de aquel papel, raudamente salió con agitados pasos con destino
al correo
Nervioso y desalineado,
estampilló el sobre y solicitó “Certificada por favor” y entregó en mano al
empleado detrás del mostrador, con un pedido lo más parecido a una súplica: “POR
FAVOR, TIENE QUE SALIR AHORA MISMO”
-
Perdón¡! (le dijo
el empleado) que te pasa nene ¿? El servicio es igual para todos los clientes; aquí
no hacemos diferencias y nadie tiene privilegios sobre otro
Noooo¡!! Ya lo sé Señor¡!! No
es eso… Es que es MUY IMPORTANTE
- A ver… A ver… Que
tan importante puede ser, para que le demos más importancia que al resto ¿?
Bueno… está bien… le cuento;
la carta esta dirigida al presidente de nuestro partido, donde le pide que
renuncie por no haber sido fiel al mandato que los votantes le comprometieron a
llevar adelante; que defraudó a muchos y los acuerdos formalizados, depreciaron
la economía y que el estatuto permite, desplazar del cargo a cualquier funcionario,
con dos tercios de los asistentes al plenario convocado por emergencia
partidaria, habida cuenta que las elecciones son el próximo mes
Y aunque en rigor se repiten
las intenciones, no dicen nada distinto… salvo al final de la carta
-
Que dice el final
de la carta Pibe ¿?
Nada… se ve que el tipo, al
escribirla, ya se veía presidente y al solicitar la renuncia del actual, cita:
“Por tal motivo y antes de
llegar a ese extremo y que corran ríos de sangre, es que le pido un acto de
grandeza y de un paso al costado, en beneficio de nuestra continuidad como
partido”
Sin más que agregar saluda a Ud.
atte.
EULOGIO HABANA - Futuro PRESIDENTE
-
Y que es lo raro
Pibe ¿?
Es que la dirección donde está
dirigida la carta es la casa que Eulogio Habana, tiene a nombre de uno de sus
matones en Miami…
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