La torta casera

 

Junto a Olivia, mi nieta de 4 años, salimos juntos a andar en triciclo y jugar en la plaza

Llegando la tardecita, acomodó su cuerpo en mi falda y recostó su sueño sobre mi pecho, mientras le contaba un cuento…Cierta vez cuando era pequeño, me llegué hasta un lugar, donde todo era distinto por dentro y por fuera, y aún así, me resultaba conocido, porque con el tiempo descubrí que allí pasaba mis días

No terminé de contar, que la gorda se quedó dormida. Su siesta duró lo que mis noches y al despertar me buscó con la mirada y desperezándose me preguntó:

o    Abu, dónde queda aquel lugar ¿?

No me lo esperaba; pero había escuchado mi relato.

Disimulando mi sorpresa, primero intenté evadir su pregunta, y la mocosa me paró en seco, con un “Daaalee Abuuu”

Caminamos unas cuadras hasta llegar. Mientras le iba contando con que se encontraría; que yo acostumbro a pasar allí, varias horas del día, y demás cosas, con palabras que ella pueda comprender

Pero evidentemente, estas generaciones, vienen desarrolladas de otra manera, porque me interpretó muy bien, y hasta me hacía preguntas, con la intriga de quien tiene ganas de descubrir lo que el relato de su Abuelo describía como algo maravilloso

A medida, que nos acercábamos, ella iba percibiendo algo en mí; como que notaba mis reacciones, inconscientes, pero solventes en causas

Me preguntó, pero una sonrisa, alcanzó para darle seguridad; de todos modos, su manito se aferró aún más fuerte de la mía; como dándome ella seguridad

-       Es allí; en aquel lugar, le dije

o    Dónde ¿? Preguntó Olivia

Señalé hacia donde se erigía la casa

o    Eso es ¿? Insistió desencantada

-       Si Oli; lo conté como un cuento, pero es real 

o    No me gusta Abu¡!! Es feo¡!! Quien vive ahí ¿? Vos venís siempre ¿?

-       Te voy a contar… presta mucha atención… escucha al Abu…

Las personas acostumbramos a ver sin mirar y aunque a nadie le parezca, en ese sitio mora la vida…

Antes que siga, quiero decirte que no te asustes ni te pongas triste; muchas veces, vas a encontrar lugares, personas y hasta vas a vivir momentos maravillosos que te parecerán una cosa, y su realidad es otra

Pero a su vez, esa vista que le llegues a otorgar, quizá nada tenga que ver, con lo que la otra persona, lugar o momento que vivas, en verdad sea de ese modo

o    Abuuu…(los chicos se aburren rápido) 

Si, ya lo sé; a ver…déjame ver cómo te explico…

-       Puedes recordar, cuándo tu Mamá te hizo una torta para tu cumple y vos llorabas porque querías otra que te gustaba más ¿?

o    Si¡!!

-       Bueno. Muchas veces lo que queremos, lo que nos gusta y lo que nos pueden brindar, tienen esos contrastes 

La gorda, se subió al triciclo y empezó a andar esquivando los árboles; era demasiado profundo mi explicar, como para atraer su atención

Volvíamos por la vereda del sol, para dejarla en su casa.

No podía dejar de pensar, en lo que quise decir y lo que en verdad debí haber dicho; de repente iluminó mi palabra, una pregunta de Olivia

o    Abu… y porque vos decís que pasas mucho tiempo en ese lugar ¿?

-       Porque ese lugar es mi propia vida…

Con mucha vergüenza respondí; casi sin poder sostenerle la mirada

Sus manitos, volvieron a aferrarse de las mías; esta vez más fuerte.

No sé cómo, oculté mis lágrimas para que ella no las viera; pero fue mucho más su inocencia y con un abrazo me dijo al oído: “Abu…vamos a jugar con el mono”

Cantando su canción preferida, llegamos hasta su casa. Mi hija, nos estaba esperando abajo; sonriente por vernos felices, nos esperaba con la merienda

Sentados alrededor de la mesa, con los colores en el rostro, que nos dibujó el Sol, Laura le pregunta a Olivia:

§  “Que hicieron con el Abuelo ¿?”

o    Jugamos mucho, me contó un cuento, dormimos la siesta y después me llevó a conocer su vida

-     ... (no pude decir nada)

                                 §  Y te gustó ¿?

o   Siiii¡!! Mamá… me convidas de la torta que me hiciste para mi cumpleaños ¿?