miércoles, 2 de junio de 2021

Las armas las carga el diablo

Aaaaaaltooooooo ¡!

Imperante ordenó castrense voz

El pelotón alineado se ubicó frente al paredón

Un silencio atroz atravesaba el terreno

Rostros serios. Gestos adustos

Listos para ajusticiar al reo a morir

Fusilado a la hora 6 por la mañana, antes de misa

Dos guardias secundan al condenado

A paso marcial atado de pies y manos

Se le permite un último deseo que rechaza

A cambio de expresar unas palabras

“DE NADA ME ARREPIENTO” gritó y pidió

Sea respetada su voluntad de morir

Sin ser vendados sus ojos

A la ceremonia en rigor solo le faltaba

La orden del comandante

En tono grave ordena al sacristán

Otorgue al detenido su bendición

Dando espaldas a los soldados

Enfundado en su sotana entona canónico una cita de Timoteo “Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio. Por lo cual te aconsejo que avives el FUEGO…”

Orden que fue acatada al instante y antes que el humo de los disparos se disperse en la húmeda niebla matinal, el cura yacía en el piso con 20 plomos en su espalda

Recogieron los soldados sus restos y marcharon a darle cristiana sepultura restando importancia al reo...

En el parte de la guardia, cita el oficial: “Pasados algunos minutos de la hora 6 se dio por terminado el fusilamiento del reo castigado, siendo depositado su cuerpo en la tumba al lado del paredón; se informa además que ha desaparecido el Sacerdote razón por la cual, se suspenden los oficios hasta nuevo aviso”

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