Su arrogancia antecedía los pasos para anunciar su llegada
Palabras
perfumadas de cadentes vocablos siempre cuidados
Brotaban
discursivas
Pretendiente
de agradar, saludaba amablemente con elegantes meneos de su cabeza
Sutil
al posar para las cámaras y sensible para dar la mano
Esparcía
sonrisas por doquier
Un
séquito de útiles serviles secundando su andar, un asesor de imagen y un agente
de prensa para aclarar lo que dijo, cuando quiso decir lo que dijo y el
infaltable grupo estable de aplaudidores de inauguradas obras “que generan
500.000 nuevos puestos de trabajo” antes de las elecciones
Su
doctorada figura entre la multitud pasea, recogiendo el sincero cariño de los
asistentes que se acercaron por propia voluntad
Así
fue como llegó hasta la calle del boliche la caravana escoltada de generosos
aplausos
El
Cacho, tambaleante como la mesa donde acodaba su reflexión, beodo sumó su
parecer a la exultante exclamación popular, y comentó a su acompañante
ocasional “Quien es este pelotudo”
El mozo,
llamándolo a recato, le hizo saber “Cachito, es el Intendente; el que asfaltó
las calles e iluminó el barrio”
Ahhh
respondió el Cacho… volviendo a su acodada posición
Afinada
de taninos su voz, le susurró a su ocasional compañero de reflexión: “Mira si
serán boludos… se creen todo. La calle y la iluminación la inauguró el
intendente anterior…”
No hay comentarios.:
Publicar un comentario