Embravecido
el mar rugía
Azotando
de olas la escollera
El gris del cielo reflejado
en sus ojos
Dejaba ver la tempestad
Recorría su mirar imágenes
Seguro que jamás las volvería
a ver
Soltó
amarras y marchó
Mecido
por las mareas
Llevado
por el viento
Orientado
por el rumbo
De
las corrientes
La
bruma en pixeles
Deshizo
su recuerdo en el horizonte
Mientras
el filoso frío de la brisa
Congelaba
la sonrisa en su rostro
Un puñado
de ignorantes omniscientes
En
bullicioso silencio despedían ausentes
Al amor partido en pedazos
A veces no hacen falta despedidas, las olas del mar y el viento se encargan de barrer malos recuerdos y desamores.
ResponderBorrarMuchas Gracias Elsa !!! Paz y Bien
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