Todos los días igual
A la misma hora y por el mismo lugar
Pasaba frente a mis ojos vestido de
vida el destino
Cargando en sus espaldas el peso de
sus pasos
Paraba un momento a descansar su largo
recorrido
Reposando su cansancio a la sombra fresca
del sauzal
Que adornaban la calle donde aprendí a
ser
Al mirarme sonreía tiernamente y por
arte de su propia magia
Me regalaba imágenes que no llegaba a
comprender
Y nunca le pregunté porque…
Cuando me acercaba se alejaba hasta
desaparecer
Miraba alrededor sospechando que era
un sueño
Esperaba que alguien me dijera que
había visto lo mismo que yo
Pero no…
Transcurrían los días entre juegos e
ilusiones aprendiendo a ser
Cierta vez, sin saber que era la
última al destino sorprendí
Gesto adusto, cara de pocos amigos,
sombrío mirar y las imágenes que pertenecían a mis días no eran aquellas que me
regalaba…
La tarde perdió su brillo y los juegos
e ilusiones se perdieron en el tiempo
Aquella primavera que parecía eterna de
repente dejó las rosas sin sus pétalos y de lágrimas cubrió el cielo
Su silencio lastimaba aún más mi
dolor…
Le pregunté porque… alimentó de
esperanzas mis días y en aquella sonrisa tierna de prometedores amaneceres dejó
que creyera que podía alcanzar mis sueños
De rodillas imploré porque… el niño alegre
que feliz aprendía a ser de repente dejó de sonreír
Quería escapar de tanto agobio
La angustia crecía en medio de mis
súplicas…
Hasta que abruptamente…
La profundidad de aquel vacío se
completó de palabras
Que provenían debajo de las sombras
del sauzal…
“No
te asustes… Nada te ha ocurrido” dijo el destino
Con una tierna sonrisa
“Qué
fue lo que pasó??” Le respondí
Con impostada voz dijo el destino “Solo has visto la imagen que debías mirar,
para cuando dejes de ser”
“No
entiendo. ¿¿Así como me ves he sido siempre??”
“Te
he visto jugar, te he visto rezar, te he visto creer y te he visto llorar… pero
nunca te he visto dudar… dime porque ¿?”
“Porque
dudan solo quienes necesitan del momento” “Yo solo soy lo que he querido ser”
Se marchó sin dejar rastros…
Así es el destino… Cómo el maligno te
tienta y como Dios…
Siempre pone a prueba de que estas
hecho