Recostaba el silencio de su sentir a orillas del río de las caricias, para ver reflejada su mirada en las aguas calmas de sus ojos
La ternura suave del torrente sonoro de aquellas manos vertía cristalinas caricias sobre su piel, moderando sus ansias… alimentando de cielo su amor
Orienta las velas a los nuevos vientos y hacía allí parten sus sueños
Cómo cántaro en la fuente, de paz llena
su alma y abreva en sus labios la miel dulce de sus besos
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