No me animo a preguntar
Lo que me atrevo a escribir
Para que voy a negar
Cómo no admitir
Que en vos no dejo de pensar
Si es evidente que mi latir
Palpita tu nombre en cada
respirar
En tu dulzura me dejé
consentir
De tus manos me deje llevar
Hasta las profundas alturas del
sentir
Donde los sueños se paran a
observar
Como la luna una por una se
asoma a despedir
A las estrellas que salen
para iluminar
Mi rostro que no deja de
sonreír
Porque sé que sabes que
alguna vez nos vamos a amar
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