Amor
genuino. Amor del bueno. Pasa desde la gestación misma de los sueños hasta la
teta de Mamá
Cosas
que se aprenden en el seno del hogar
Algunos
le dicen códigos. Yo sostengo que es respeto
Aquel
a la Maestra, cuando era la segunda Mamá, y tenía la autoridad para ubicarte,
como parte de la educación estudiantil
Tus
viejos y quienes te rodeaban, te mostraban el camino. Sapiencia y naturaleza en
la misma esencia; la contradicción llegó años más tarde
Cuando
comprendes de que se trata, es porque te encuentras haciendo lo que te
enseñaron desde el ejemplo, aquellos a quienes les decías “los mayores”
Los
actos escolares, cargados de emoción, cuando se izaba el Pabellón Nacional,
cantando Aurora, y nuestro Himno ¡¡¡ Que apenas suenan sus estrofas emociona hasta
las lágrimas, solo se puede explicar con todo aquello.
Lo bautizaron como Ser Nacional. Aunque a mí me gusta más, sentir propia tu Nación.
Un sentido de pertenencia que atraviesa el alma y late en el corazón.
Es
el origen que cimienta cada una de tus palabras, pensamientos y hechos
No
resultó extraño entonces aquel inicio del ayer, que me pasaran tantas cosas
13
de Junio. Domingo
Tarde
de lluvia en Buenos Aires
Inicio
del Mundial España ‘82
Partido
Inaugural, entre el último Campeón, la selección
Argentina
de Fútbol versus su par de Bélgica
Hasta
aquí, nada sorprendería a no ser que, desde el 2 de abril, había comenzado una
historia, que en realidad era continuidad de más de un centenar de años.
El
día anterior, estábamos celebrando el cumpleaños de mi viejo.
Mi
vieja había escuchado la noticia en la radio y muy de
madrugada
me despertó, y entre sollozos me incorpora
abrazándome
fuertemente diciendo “hijo querido, estamos en Guerra”
Yo
había sido exceptuado por el Distrito Militar Buenos Aires, por un año, porque
me habían sorteado en el ’81, y de no haber solicitado la prórroga, me debía
incorporar en los primeros días del ‘82
Sin
comprender lo que mi Madre me decía, pensaba… Cómo ¿?
Quienes
fueron ¿?
Chicos
alimentados a leche de Teta y criados con ejemplos, fueron los que izaron la bandera
que juraron defender con honor
Desembarco
y recupero de nuestro territorio por pertenencia
El
ayer fue hoy y las Malvinas Argentinas cantamos todos
Mis
18 años se encontraban parados en el continente, pero mi mente estaba en las
Islas
Tiraba
el corazón sin importar la confusa comunicación entre el cotidiano y la realidad acontecida
Valía
más el sentir que la propaganda. Al fin y al cabo, eran mis hermanos quienes me
representaban con aquellos valores inculcados
No
podía faltar, como en todo sainete, el grotesco del absurdo. Así fue entonces
que el conflicto era como una serie de 8 a 17, como un horario de trabajo,
reforzada con un informativo nocturno, como para acostarse con las últimas
noticias
Que
poco supimos entonces. Cuantas vendas queríamos seguir teniendo en nuestros
ojos y nuestra conciencia
Cuantos
mayores que no dieron el ejemplo, se escondieron detrás de su cobardía y a la
hora del reconocimiento, la soledad fue compañía y la condecoración el olvido
para aquellos chicos
Que
partieron una madrugada sin que nadie los despidiera y regresaron a escondidas
sin que a nadie le interesara
En
una City plagada de negocios, no era rédito su llegada
La
radio ya no pasaba música nacional y la TV ya no necesitaba canjear publicidad
a costillas de su gesta, y prefirieron continuar con la programación en sus
respectivos canales
La
euforia inicial, lo que era cuestión de estado, acervo popular y ser Nacional
quedo de lado y por largo rato nadie hablo de ellos
Solo
los chicos hechos hombres fueron ejemplo y marcaron el camino, rememorando
aquella crianza, que nos convirtió en hermanos de leche
Es
que acaso nada nos sensibiliza ¿?
Quien
no tiene un pariente, un amigo, un conocido o alguien cercano, que estuvo en
las Islas, o no regreso de ellas ¿?
Cómo
no honrar a nuestros héroes como lo hacemos con nuestra Bandera, si por ella,
dieron su vida ¿?
No
habrá tiempo que borre sus huellas, ni olvido que pierda su memoria.
Se
los identifica fácilmente. Sin estridencias ni aspavientos, son los que llevan
una sonrisa como palabra y el corazón de combatiente. Sapientes de su ejemplo,
sembraron su nombre en la tierra de los valientes y de par en par sus puertas
abren, porque conocen lo que es no ser recibidos
No
esperaron nunca nada, habiendo dado todo
Pero
ellos saben, que forjaron al frío crudo de un invierno, en el yunque de la vida,
el temple de una generación.
Con
amor Genuino. Para Siempre
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