Un grito aterrador conmovió la calma noche
El sonido del silencio amplificó el estruendo desgarrador de aquella
mujer
Una figura proyectada a lo lejos aterró su mirada
Un hombre con el rostro deformado y en sus manos un objeto peligroso
Jamás había visto algo semejante tan de cerca
Una persona peligrosa, con una flor entre sus manos y un amor en
dibujado en su sonrisa
Una locura...comentaban por la mañana
Se habían extinguido hace siglos, decían otros
Pensar que todo terminó cuando comenzó a morir el sentimiento a manos
del gesto adusto y la mudez de miradas, el silencio se hizo palabra y nadie más
escribió poemas
Ya no había nadie a quien amar
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