Los silencios me enseñaron a
hablar con los ojos y así aprendí a callar
No me juzgues mal si no se decir
lo que siento
Los golpes no son tan buenos
maestros como dicen me cortaron las alas antes de
aprender a volar
Tuve que ser grande antes de
tiempo madurar siendo un niño y así la infancia se cortó
abruptamente
Acostumbre a mirar pasar la vida
desde un rincón. Qué otra cosa podía hacer ¿?
He tenido que resignar las rebeldías
y postergar las ilusiones y si bien nunca es
tarde, hay cosas que se hacen cuando se
tienen que hacer
Hubiera querido ser como todos los
demás. No pude o no me dejaron. Da igual
Nunca pregunté. Jamás me quejé
Me levanté todas las veces que he
caído y seguí
Siempre sonreí
Algunos creen que soy caprichoso y
en realidad soy firme en lo que sostengo
Porque me aferré a las
convicciones y a mi Fe y a las causas que me llevaron a
encapsular mi corazón
Duro para timonear tormentas
Sensible para soportar otra marca
sobre la misma herida que no termina de cicatrizar
Como la lluvia con los sembradíos recordar duele cuando inunda de
tristeza el rostro y hace bien cuando vuelve a germinar
el amor que en silencio mis ojos sembraron
en mi alma
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