Cuando
cruja de sequedad
La tierra y
el frio invernal
Recoja la
siembra árida
De la nada
Desde la
tierra fértil
Del húmedo
cantero
De mis ojos
Brotarán sonrisas
Como blancas
flores
En sus
ramas el almendro
Regando de
calor las raíces
Tiesas del
rededor
Dolente de
aromas
Ausente de
color
Paciente de
silencio
Velaré de
ternura
La semilla
de tu fruto
Amando cada
momento
Que vea tu
cultivo florecer
Cuando seas…
Marcará la
hora de tu equinoccio
Y yo seguiré
siendo almendro
En los
atardeceres primaverales de tu verde
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