De paseo entre
las nubes y el cielo
A solas con
su esencia
Secretea
con el viento
Y le confía
serena…
Que mucho
se parecen…
Las caricias
de paz
De la calma
del paisaje
Al rubor de
sus mejillas
Cuando los
versos de un poema
Enternecen su
alma
Apoya su
ser al borde de la colina
De sus sentimientos
Deja en
modo pensativo su mirar
Mientras escucha
en el eco
El sentir de
la voz que desvela sus noches…
Dile a esa
muchacha…
Que envidio
la roca donde posa su cuerpo
Como el
cantero cuando aprecia desde abajo
A la flor
admirada por su aroma
Dile a esa
muchacha…
Que la
calidez de su mirada
Brilla iluminando
el camino que mis ojos
Siguen encandilados
por su belleza
Dile
también
Que su
sonrisa me cautiva y que sus labios
Tienen la
forma de mis besos
Y dile que
la amo
Porque así
es como la sueño…
La muchacha
se sonroja rendida ante ese sueño
Y se presta
a recibir sus besos
Al calor de
un abrazo que la cobije dulcemente
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