jueves, 7 de agosto de 2025

CHAU JAJAJA

Así finalizó su sentida despedida, escrita de a párrafos, en los últimos dos meses y a juzgar por la ironía de su firma, con una clara intención de hacerle saber a la destinataria que su moral estaba en alto. Quizá aquella en su sarcasmo resultaba una descarga emocional, para aflojar toda la carga emocional que quien sabe desde cuando venía soportando

Escribió su despedida como quien lanza una botella al mar… con cuatro hojas, tres tachaduras por línea y una sintaxis que parecía haber sido atropellada por un camión de emociones y eso fue lo más claro de su esforzado expresar

Resultaba dificultoso leer aquellas líneas. Ni con ganas se podían interpretar sus palabras; los lectores, conmovidos, lloraron. No por el contenido, sino por el esfuerzo de entenderlo, y por último de rabia

“Esto debe ser profundo”, dijeron, mientras buscaban sentido en frases como “me fui sin irme, pero estando ido”. “Traidora”, dijeron algunos. “Manipuladora”, otros.

La angustia colectiva creció hasta que intervino Julia, su hermana, que se apareció con un diccionario, un café y una paciencia digna de premio Nobel y haciéndose cargo de la dificultad expresiva de su hermano, tradujo al terrenal entender, su carta, en un básico: “Estoy triste. Adiós.” Ahí se acabó la compasión. Todos enfurecieron con el pobre hermano de Julia

“¡Cuatro hojas para decir adiós!”

La gente pasó de la empatía al insulto exigiendo explicaciones. La demanda enfurecida de la turba encendida de bronca no quiso escuchar sobre la dificultad de Javier y mucho menos comprender que por el mismo motivo, tampoco pudo reflejar su sentido expresar en su carta, porque Javier, también tartamudeaba por escrito.

2 comentarios:

  1. Brillante... 👏👏👏, hay tanto Ego que la gran mayoría de las personas que va a la Iglesia aún no comprende la imagen de quien yace en la cruz... Gran Abrazo!!! Magister!!!

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    1. Así es queridonamigo mio, la intolerancia ganó la escena. Un abrazo grande

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