Desvanece el tiempo encerrado junto a la arena dentro del cristal y al seguir pasando se detiene otorgándome la palabra antes que den vuelta el reloj
La precisión de su paso no está regida por un calendario. No
sabe de días. Solo de continuar y es un pequeño espacio que le permite atravesar
grano por grano sin parar. Quien no se detuvo a mirar pasar el tiempo en algún
momento para apreciar que nada lo detiene
Es que acaso alguno puede llegar a dudar que cada granito de
arena no pueda pasar por ese pequeño espacio ¿? Me quedo allí jugando con el pensamiento.
Aún si fueran piedras de gran tamaño y se pretenda fabricar relojes de gran
dimensión el espacio para que cada piedra pase sería semejante a las mismas
Seguro estoy que todos tenemos un espacio que debemos
atravesar. Nos acobarda. Nos parece dificultoso, más cuando parece que se
ralentiza la marcha de los primeros y quienes venimos detrás nos
impacientamos, queremos apurar al tiempo y eso no depende de nosotros… solo
tenemos la oportunidad en el momento que nos toca atravesar ese espacio
diminuto que algunos llamarán dificultad pero yo prefiero reconocerlo como una
puerta a otro espacio, una nueva oportunidad y que no es eterna… apenas dura un
momento al que llamamos hora, día o año y en otra magnitud se le dice vida
La misma vida a la que alguna vez le hemos preguntado mil
veces porque nos responde: PORQUE SE PUEDE
Por eso no voy a despedir el año. No haré reflexiones de lo pasado,
sino que me prepararé para pasar al otro lado. Sé que estoy entre los granitos
de arena. Desconozco si adelante al medio o último. Pero llegará mi momento. El
escollo no es el espacio que debo atravesar sino mi propio convencimiento de que
puedo hacerlo.
Por más vueltas repletas de oportunidades
Ese es mi deseo