Saliente del este el majestuoso sol
aparece
Espeja sus rayos en las gotas
De rocío posadas en el pasto
Lava y quita sus lagañas
Seca su rostro al viento
Húmedas Hierbas frescas
Desprenden su fragancia
Capullos abiertos oler se dejan
La mañana amanece
Celebrada de aromas
Isleños cañaverales
Entornan del río su ribera
Surcando las aguas
Adornan el paisaje
Silvestres camalotes
Calan en superficie su verde
Plagan de Incertidumbre su horizonte
Siguen el rumbo de la corriente
Navegan hasta donde
Sus raíces encallen
El hornero labrador
Pasa el día trabajando
En lo alto de un poste
Paciente anida su techo
Hecho de barro y ramas a pico
Hachero de piel curtida sombrero de
paja
Machetero pocas palabras manos ásperas
Descansa a la sombra de los talas
El duro jornal llegó a su fin
Cargada de troncos esta la barcaza
Sangría refresca labios
Resecos de broncas
La paga tardará en llegar
Según le dicen por los costos
Elevados de su faena manual
Recorrerá el espinel a ver si hay pique
Pedirá fiado al almacén algunas
provisiones
Para llegar a fin de mes
Mate y pan de chicharrón
Será la cena por varias noches
En silencio afila su hacha
Cruje de hambre su pobreza
Más su hombría late de valor
Nada vence su vergüenza
Mañana con él saliente meta guacha
Volverá a pasar el día donde la
naturaleza vive